martes, 21 de febrero de 2012

Inicio de un Bonsai


El bonsai es una práctica que requiere de disciplina, paciencia, observación y amor por la naturaleza, a la que muchos llegan por obra de la casualidad.
El arte japonés del bonsai ha ganado fama y prestigio por muchas razones. La primera de ellas está a la vista de cualquiera, y es fácil de identificar: su belleza. Su valor estético y su tamaño hacen del bonsai uno de los objetos que más llama la atención en una visita al vivero. Así es como muchos se hacen de su primer ejemplar, a través de un regalo o por propia curiosidad ante estos simpáticos arbolitos.

Un árbol, no una planta


La palabra bonsai significa árbol en maceta, y desde el mismo nombre podemos extraer algunos consejos básicos para los principiantes. Uno de los errores típicos es darle el lugar de una planta de interior, lo que es exactamente lo contrario a la naturaleza del bonsai, que necesita aire libre y luz natural.

Por la delicada naturaleza del bonsai, es muy probable que el primer ejemplar de un principiante no sobreviva. Mientras se aprende, lo ideal sería comenzar con varios para acelerar el aprendizaje y aumentar las probabilidades de éxito.
Consejos básicos para principiantes en bonsai

 

Puntos a tener en cuenta al iniciarse en el arte del bonsai:
  • No comprar un ejemplar como simple objeto decorativo. El bonsai puede ser un hobbie, un arte y hasta una terapia; y en cualquiera de esos casos requiere de cuidados diarios.
  • No elegir un árbol por su aspecto. Lo mejor es comenzar con especies autóctonas que tienen más posibilidades de sobrevivir.
  • Comprar en un lugar que tenga información sobre cada ejemplar. Saber la edad y la especie es fundamental.
  • Informarse cuanto antes sobre las características particulares de nuestro bonsai. Además de la especie, existen diferentes estilos y tamaños que hay que tener en cuenta.
  • Pedir ayuda. Existen innumerables asociaciones de cuidadores de bonsais que brindan información en sus páginas de internet, dan cursos y organizan exposiciones.
  • Luz, agua y aire. Mientras se aprende, existen tres cuidados básicos. El bonsai debe recibir luz natural; debe tener su espacio (en lo posible un poco separado del resto del jardín) y recibir riego diario.
El bonsai como terapia y guía
El arte del bonsai nació en China hace más de mil doscientos años, pero fueron la cultura japonesa y la filosofía zen las que encontraron en él algo más allá de una técnica de cultivo.
A medida que se avanza en el conocimiento de las sutilezas de este arte, se descubre que cada árbol tiene su carácter. Aprender a convivir y sacar frutos de ese encuentro de personalidades representa la posibilidad de una enseñanza que afecta la vida diaria.
El bonsai puede afectar a cada persona desde un punto de vista diferente, y aportar un enriquecimiento en varios niveles:
  • Artístico. Dar forma a un bonsai es como moldear una escultura viva en la que se puede trabajar durante toda una vida.
  • Espiritual. El bonsai enseña constancia, paciencia, capacidad de observación y es un camino hacia la meditación. Muchos iniciados tratan a sus bonsáis como un amigo o un hermano con el que hablan, recuerdan y aprenden.
  • Terapéutico. El arte bonsai puede funcionar como antidepresivo y relajante. Es una forma eficaz de distenderse para aquellos que tienen ocupaciones cargadas de responsabilidades (muchos políticos y reyes han encontrado consuelo en el cuidado de un bonsai). Además mejora la coordinación motora, agudiza la vista y es una fuente de relación efectiva con la naturaleza.



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